Después de unas merecidas vacaciones, regreso con varios temas que tenía pendientes por compartirles y también nuevos que saltaron a mi lista de dudas por investigar a raíz de mi experiencia en el viaje. Confieso que por momentos quería toneladas de café, otras una Tafil y en otras mi cama. Y es que viajar con niños es una proesa y más si van 7 personas en auto viajando distancias largas. Pero eso lo dejo para otro post.
Otra gran proesa es lograr que los niños se queden en cama y duerman toda la noche solos cuando llega la edad de hacerlo. Si tienes un nene de 2 años o más, tal vez estás en la transcisión a una cama grande o estás aún luchando para sacarlo de tu cama. Hace poco, después de mucha negación de mi parte y mucho consejo de mi hermana, marqué mi raya en el piso para no cruzarla y creo que voy en buen camino (no todos los días lo logro, pero estoy más cerca cada día)
Según la autora del libro Sleeping Through the Night: How Infants, Toddlers, and Their Parents Can Get a Good Night's Sleep, Jodi Mindell, "despertarse durante la noche es una parte normal de nuestro ciclo de dormir, la diferencia es que las personas que duermen bien saben volver a dormirse sin ayuda". Desafortunadamente, para muchos infantes esta habilidad aún no se domina. Si tu hijo requiere de tu ayuda para dormirse, entonces lo más probable, es que también necesite tu ayuda para volver a dormirse. Las pesadillas (que aparecen entre los 3 y 6 años), viajes con cambios de horario, vacaciones o estar enfermo también pueden afectar la rutina del sueño de tu pequeño.
Díme si esto te suena familliar: son las 3:00 a.m., todo está en silencio y estás plácidamente en brazos de Morfeo, hasta que un llanto resuena por el monitor o una pequeña manito sobre tu hombro te despierta... ¿te identificas? Seguro que sí. A esas horas nadie tiene cabeza para poner en acción su estricto régimen o quiere conversar sobre por qué los niños grandes duermen solos, por lo tanto, sucumbes rápidamente. Yo soy de las que me quedó dormida en el cuarto de mi hija, lo cual tampoco es mejor.
Como por mí misma no lograba concretar de una manera efectiva la transición, llegó a mi casa una solución inusual en la forma de una colección de libros. Cuando mi hermana me los entrega, entre incrédula y la fé del último recurso, revisé los libros y me llevé la sorpresa de que eran escritos por una psicóloga panameña, lo cual me encantó. Anabella Sosa de Brostella, madre y psicóloga graduada de la USMA y del International Psychoterapy Institute, ha trabajado con niños y adolescentes en su práctica privada. Su colección de 4 libros cortos "Un Cuento para cada momento", platea situaciones reales como la ansiedad por la separación madre-hijo, el descubrimiento de los sentimientos, la aceptación, la independencia y la sana independencia para el desarrollo de la personalidad.
El cuento "Yurín No Quería Dormir: y sus padres ya no aguantaban" resultó ser una bendición en mi casa. No me pregunten qué tiene la narrativa de especial... yo se lo leí a mi hija a penas me lo regalaron y luego cuando mi esposo llegó del trabajo, hice que ella se lo contara a él y volvimos a leerlo. Hicimos tal cómo decía el libro y le dijimos que ella siempre estaba en nuestros pensamientos donde ella estuviese y pusimos sus fotos en nuestras mesas de noches. Mágicamente mi hija esa misma noche decidió que ella era grande y que podía dormir sola (yo quedé pasmada ante esto y admito que hasta triste pues no pensé que funcionara tan rápido...fue un golpe a directo mi síndrome de apego). Y así fue como empezó con regularidad a dormir en su cama sin pedirme ir a la mía.
Ojo, cada mamá conoce a su hijo. Tal vez no a todos les funcione un libro; yo sé que mi hija es receptiva a los cuentos así que era una herramienta viable. Pero para las demás mamás que sospechan que necesitan algo más, les dejo estos consejos extraídos del libro "The No-Cry Sleep Solution for Toddlers & Preschoolers", de Elizabeth Pantley:
• Lo más importante: ¿están listos para el cambio? Si tu y tu pareja no van a ser consistentes no tiene caso. Mira a mi esposo, un sábado le dijo a mi hija que de premio dormiría con nosotros (yo echaba humo x#@%!!), gracias al cielo, ella misma le dijo que no (plop!). Moraleja: Deben estar los dos en la misma página.
• Diligente pero con amor: No hay ninguna edad correcta, es sólo si están listos. Tu hijo está obviamente bien cuidado, amado y seguro, y esos sentimientos no cambiarán si usas un método sensible, amoroso pero diligente para que tu niño duerma en su propia cama toda la noche.
• Rutina amorosa: Si durante la noche se sube a la cama contigo, simplemente ayúdale a volver a su cuarto y recuérdale que es donde tiene que estar. Es perfectamente correcto que te acuestes a su lado al principio, esto le ayudará a acostumbrarse a esta nueva rutina.
• Acurrucamiento mañanero: una opción de transición puede ser decirle: "puedes entrar cuando haya luz afuera”. Otra idea es poner una música o una alarma suave a una hora aceptable para todos. Explícale: “Si la música suena, puedes venir a nuestra cama. Si está todo en silencio, por favor, vuelve a dormir hasta que suene la música.” Con este método pueden acurrucarse un rato antes del trajín mañanero y así se satisface la necesidad de sentirse seguros y queridos.. además que no hay cosa más rica, ¿verdad? "Win-Win"
• Premios avanzados: Dile a tu hijo que si permanece en su cama durante toda la semana, podrá dormir contigo el sábado. Cuelga un calendario y déjale poner una estrella cada día que duerme toda la noche sin despertarte. Pon algo especial en los días del fin de semana. Esto funciona si tu hijo tiene una rutina que le permite distinguir los días de la semana, por ejemplo si va a la escuela.
• Disco rayado: Justo antes de que empiece la rutina de irse a la cama, conversen brevemente la importancia de que permanezca en su cama. Por ejemplo: “dormir bien es importante para poder tener energía al día siguiente para hacer lo que nos gusta”. Empieza la noche con una rutina agradable y pacífica. Acábala con tu hijo en su cama. Siempre que se levante, devuélvele a su cama de una manera calmada, amorosa y en paz. Elige una frase clave para repetírsela varias veces, como “Es hora de dormir. Mamá y papá te quieren mucho y siempre te cuidan. Por favor, quédate en tu cama.” Tal vez tengas que repetir esto como loro amaestrado, pero la insistencia dará frutos.
Ahora viene lo difícil, no flaquear...sobre todo cuando es tan fácil quedarse dormida con tu pequeño visitante y sentir tanto amor. Pero el pago es mucho mayor: un hijo lleno de seguridad y que a pesar de su nueva encontrada independencia, siente ese mismo amor por ti y ahora lleno de orgullo por ser "un niño grande". Dime si eso no es una bella recompensa y de paso que mejoren tus ojeras.
Suerte a todas!
PD. La colección de libros Un cuento para cada momento puedes conseguirla a través de la Fundación para las Relaciones Sanas.
Como por mí misma no lograba concretar de una manera efectiva la transición, llegó a mi casa una solución inusual en la forma de una colección de libros. Cuando mi hermana me los entrega, entre incrédula y la fé del último recurso, revisé los libros y me llevé la sorpresa de que eran escritos por una psicóloga panameña, lo cual me encantó. Anabella Sosa de Brostella, madre y psicóloga graduada de la USMA y del International Psychoterapy Institute, ha trabajado con niños y adolescentes en su práctica privada. Su colección de 4 libros cortos "Un Cuento para cada momento", platea situaciones reales como la ansiedad por la separación madre-hijo, el descubrimiento de los sentimientos, la aceptación, la independencia y la sana independencia para el desarrollo de la personalidad.
El cuento "Yurín No Quería Dormir: y sus padres ya no aguantaban" resultó ser una bendición en mi casa. No me pregunten qué tiene la narrativa de especial... yo se lo leí a mi hija a penas me lo regalaron y luego cuando mi esposo llegó del trabajo, hice que ella se lo contara a él y volvimos a leerlo. Hicimos tal cómo decía el libro y le dijimos que ella siempre estaba en nuestros pensamientos donde ella estuviese y pusimos sus fotos en nuestras mesas de noches. Mágicamente mi hija esa misma noche decidió que ella era grande y que podía dormir sola (yo quedé pasmada ante esto y admito que hasta triste pues no pensé que funcionara tan rápido...fue un golpe a directo mi síndrome de apego). Y así fue como empezó con regularidad a dormir en su cama sin pedirme ir a la mía.
Ojo, cada mamá conoce a su hijo. Tal vez no a todos les funcione un libro; yo sé que mi hija es receptiva a los cuentos así que era una herramienta viable. Pero para las demás mamás que sospechan que necesitan algo más, les dejo estos consejos extraídos del libro "The No-Cry Sleep Solution for Toddlers & Preschoolers", de Elizabeth Pantley:
• Lo más importante: ¿están listos para el cambio? Si tu y tu pareja no van a ser consistentes no tiene caso. Mira a mi esposo, un sábado le dijo a mi hija que de premio dormiría con nosotros (yo echaba humo x#@%!!), gracias al cielo, ella misma le dijo que no (plop!). Moraleja: Deben estar los dos en la misma página.
• Diligente pero con amor: No hay ninguna edad correcta, es sólo si están listos. Tu hijo está obviamente bien cuidado, amado y seguro, y esos sentimientos no cambiarán si usas un método sensible, amoroso pero diligente para que tu niño duerma en su propia cama toda la noche.
• Rutina amorosa: Si durante la noche se sube a la cama contigo, simplemente ayúdale a volver a su cuarto y recuérdale que es donde tiene que estar. Es perfectamente correcto que te acuestes a su lado al principio, esto le ayudará a acostumbrarse a esta nueva rutina.
• Acurrucamiento mañanero: una opción de transición puede ser decirle: "puedes entrar cuando haya luz afuera”. Otra idea es poner una música o una alarma suave a una hora aceptable para todos. Explícale: “Si la música suena, puedes venir a nuestra cama. Si está todo en silencio, por favor, vuelve a dormir hasta que suene la música.” Con este método pueden acurrucarse un rato antes del trajín mañanero y así se satisface la necesidad de sentirse seguros y queridos.. además que no hay cosa más rica, ¿verdad? "Win-Win"
• Premios avanzados: Dile a tu hijo que si permanece en su cama durante toda la semana, podrá dormir contigo el sábado. Cuelga un calendario y déjale poner una estrella cada día que duerme toda la noche sin despertarte. Pon algo especial en los días del fin de semana. Esto funciona si tu hijo tiene una rutina que le permite distinguir los días de la semana, por ejemplo si va a la escuela.
• Disco rayado: Justo antes de que empiece la rutina de irse a la cama, conversen brevemente la importancia de que permanezca en su cama. Por ejemplo: “dormir bien es importante para poder tener energía al día siguiente para hacer lo que nos gusta”. Empieza la noche con una rutina agradable y pacífica. Acábala con tu hijo en su cama. Siempre que se levante, devuélvele a su cama de una manera calmada, amorosa y en paz. Elige una frase clave para repetírsela varias veces, como “Es hora de dormir. Mamá y papá te quieren mucho y siempre te cuidan. Por favor, quédate en tu cama.” Tal vez tengas que repetir esto como loro amaestrado, pero la insistencia dará frutos.
Ahora viene lo difícil, no flaquear...sobre todo cuando es tan fácil quedarse dormida con tu pequeño visitante y sentir tanto amor. Pero el pago es mucho mayor: un hijo lleno de seguridad y que a pesar de su nueva encontrada independencia, siente ese mismo amor por ti y ahora lleno de orgullo por ser "un niño grande". Dime si eso no es una bella recompensa y de paso que mejoren tus ojeras.
Suerte a todas!
PD. La colección de libros Un cuento para cada momento puedes conseguirla a través de la Fundación para las Relaciones Sanas.