El cuerpo del verano, la dieta estricta, el asenso astronómico en las finanzas, limpieza profunda de clóset y hasta, sacar tiempo para mi pareja, pueden ser muchas de las resoluciones que nos proponemos cumplir cuando cambia el año....pero soy tan culpable como cualquier otra mamá de crear listados de metas ultra ambiciosas.
Seamos realistas, ¿consideran que en 365 días pueden conseguir el cuerpo de sus sueños (con dieta y ejercicio nada de trampas), establecer un plan financiero que te saque de deudas, leer más libros (cuando leíste el último en el 2008), convertirse en la mamá desbordante en paciencia que siempre soñaste y/o además graduarte de coach bilingüe? Pues no! 365 suena a mucho y a suficiente, pero la realidad es que esas metas gigantesca sin un toque de realidad nos llevarán directo a la frustración. Recordemos que los cambios grandes y permanentes requieren de constancia, tiempo, trabajo y esfuerzo. Hay que trabajarlos a diario hasta que un buen día ya no son metas.
No les estoy diciendo que no se propongan grandes sueños, ¡claro que deben! Lo que digo, es que no se saboteen ustedes mismos al querer obtenerlos en corto tiempo. Sasha Fitness no quedó así de "fit" de un día a otro, ni en un año! Lo más seguro es que lo hizo como pequeñas metas que con el tiempo fueron convirtiéndose en más complejas y requerían un tiempo más largo en concretarse.
¿Qué tal si empezamos de a pocos? Vamos atacando las cosas pequeñas, que son las que más abundan. Como las vemos chicas, las desplazamos y quedan allí sin resolverse.
Aquí les dejo unas cuantas mis resoluciones de año nuevo, más realistas e igual de gratificantes.
- Limpiaré mi celular y correo: Sí! Suena como una tarea insignificante pero la tecnología nos estresa. El "pin pin" de tus chats, correo y apps sonando al mismo tiempo puede llegar a sacarte de quicio. Así que, cierra los chats donde no estás contribuyendo y deja la subscripción a las revistas, websites y tiendas que ni lees, visitas o compras. Quita las notificaciones de los apps que en realidad usas escasamente y borra los que están de balde.
- Iré a la cama más temprano: esto es especialmente dificultoso para una madre, pero es sumamente importante. Una mamá cansada eventualmente llegará a su punto de quiebre (y eso no lo quiere nadie) así que apóyate en tu esposo para que te ayude cuando la cosa está demorando mucho o cuando de verdad vas a tener un día siguiente cargado de exigencias. Ellos también deben comer su parte del pastel jajajajajaja.
- Diré que no: Empieza este año a decir que no sin culpas. Si no tienes tiempo, no te postules ni comprometas para hacer algo. Si no tienes cómo pagar, no le compres el boleto de rifa a tu amiga. Si tu hijo ya está en buena edad para caminar, no lo andes cargando si tienes la espalda mala. Creo que con estos ejemplos entiendes a lo que me refiero.
- Pensaré en mi salud: nótese que nos les estoy diciendo que hagan la dieta del batido verde, la sopa mágica o que se conviertan en atleta olímpico. Lo que quiero es que piensen y tomen decisiones pensando en su salud física, emocional y mental. El cuerpo humano es maravilloso y hace mucho por nosotros pero si no le ponemos atención nos pasará la factura. Piensa en lo que comes y cómo con cambios pequeños puedes mejorarlo. Piensa en tus citas médicas y si te has saltado alguna. Piensa en la cantidad de estrés que absorbes y busca una manera de liberarlo.
- Me desconectaré para conectarme: Hay veces que por tomar la foto perfecta con el celular, en realidad nos estamos perdiendo la espontaneidad del momento. Decimos "pérate, pérate" mientras rebuscamos por el celular y allí mismo un poquito de la magia se fue. Te ha pasado, que fuiste a una cena o evento y te pareció corto o aburrido, ¿será porque estuviste pegada al celular y ni te diste cuenta del tiempo? ¿Habrás oído que tus hijos te dicen "pero mamá, mírame"? La tecnología nos regaló la primicia de estar presente virtualmente en cualquier lado pero, también nos saca de donde estamos. Date un tiempo al día para desintoxicarte de la sobredosis de tecnología.
- Seré paciente: esto es contigo misma y con los otros. Has una lista mental de las cosas que te sacan de quicio, te irritan o te hacen sentir culpable. Luego piensa si de verdad deseas darle ese poder sobre ti a eso. Muchas veces ser paciente es cuestión de poner en perspectiva las cosas y saber decir "eso no me molestará".
- Tomaré más agua: esta es una clásica de las listas de cosas por lograr y en esta lista no será la excepción.
- Trataré de dejar de...: ya sea que necesitas tomar menos café o dejar de comprar solo ropa roja, busca algo pequeño que deseas cambiar. Yo, por ejemplo, quisiera dejar de ingerir cosas azucaradas. Si lo intento de manera consciente, puede que no lo eliminaré, pero sí puedo lograr reducir la cantidad. Busca ese pequeño e insignificante cambio e inténtalo, de repente te sorprendes.
- Dejarlos ser: esta es directamente conmigo (pero si te sientes identificada pues hagámoslo juntas). Tiendo a salir a la ayuda de mi hija al instante. "Mamá, no encuentro el zapato" "No puedo con esta caja". Ustedes me entienden... simplemente he hecho tanto por tanto tiempo que no sé cómo parar, ¡y debo!. Así que este año, llegaré tarde porque no buscaré el zapato. He dicho! (Dios dame fuerza).
- Esta te la dejo a tí... recuerda pequeños esfuerzos diarios pueden hacer grandes cambios.