Cuando estaba embarazada, una de mis mejores amigas también lo estaba. Qué súper fue poder llamar a mi amiga y preguntarle si le pasaba aquello o lo otro. Como ella iba más adelantada, era un comfort saber que cuando me entraba el estrés tenía a alguien que me calmara.
Luego llegó el gran momento, y así como llegó un regalito del Cielo, también un gran reto. Verán, Sebastián nació con Síndrome de Apert. El síndrome de Apert es un desorden caracterizado por deformaciones en el cráneo, cara, manos y pies. Casi todos los casos son esporádicos, implicando mutaciones al momento de la concepción o algún tipo de daño ambiental sobre el genoma, es decir, que a mi amiga le tocó la lotería genética como quien dice.
Fueron tiempo difíciles para todos, y digo todos, porque nosotros, sus amigos, sufrimos a la par. Lloramos, rezamos y ayudamos como pudimos. Y recuerdo bien que sentí incluso miedo por mi propio embarazo pues te golpea la realidad de que nada está escrito en piedra.
Pero de lo que fue un "non-friendly reminder" las altas y bajas de la vida, nació otra persona. Volvió a nacer mi amiga. Ahora es una mamá ejemplar de 2 niños, empezó su propio negocio de repostería (lo que siempre soñó), ayuda a su papá y esposo en sus negocios... a eso le llamo yo renacer de entre las cenizas. Y por eso, con lágrimas, escribo hoy sobre ella, pues es una mujer PTY fuerte que ha salido adelante y aquí les dejo el escrito que me regaló para compatir con ustedes.
Hijos Especiales para Mamás Especiales
por Melina Franco Fonseca
Ser madre
por primera vez es una de las etapas más hermosas en la vida de una mujer.
También representa un gran reto. Ser madre por primera vez y tener un hijo
especial es “EL RETO” en la vida. Dios
me encomendó un Honor muy grande; el traer a un angelito especial y a la vez
hacerme una mamá especial.
Un hijo
también cambia la vida de quienes lo rodean, pero Sebastián (un pequeño de casi
3 años) ha cambiado mi vida y me atrevo a decir que la de muchos. Donde llega
hay sonrisas para él y ojos de cariño. Quisiera yo tener ese Don.
Mi vida
nació nuevamente en Marzo del 2010 cuando Sebastián llegó (después de un
embarazo espectacular además). Desde ese momento mi vida ha estado dedicada a
ser mejor madre, mejor mujer y mejor ser humano. Mi corazón es más grande de lo
que me imaginaba, y también aguanta bastante.
El reto de
tener a Sebastián trajo consigo 4 cirugías en E.U., chequeos, terapias,
terapias y más terapias desde que nació y mucha ansiedad. Las preguntas “porqué
a mi” y “porque mi hijo” ya pasaron a la historia… ahora siento que no
soy nada sin él y que efectivamente Él es para mi. Mi reto es grande…llevar a este angelito por el
camino de la vida.
Cada vez
que Sebastián requiere cirugía nos hospedamos en la Casa Ronald McDonald de
Dallas. Hemos tenido el placer de conocer a muchas familias especiales, y
muchos angelitos que saben como alegrar la vida. Lo que falta por un lado, lo
derraman por el otro en inocente amor.
Para no
echarles el cuento largo… Hoy en día estoy encargada del voluntariado de la
Fundación Ronald McDonald Panamá, la cual prontamente iniciará la construcción
de su primera casa en Panamá… ¿Cómo decir que no?
En mi vida
el reloj tiene pocas horas: soy mamá especial (etiqueta con la que me honró Sebastián
y orgullosamente la cargo), mamá de Adrián (hermanito chinche de Sebastián),
soy repostera, amiga, hija, hermana,
esposa, trabajo en la empresa de mi esposo y también de mi papá, soy chofer de
todas las actividades de mis hijos (escuela, terapias, música, karate), tengo
mil hobbies y lo más importante de todo es que soy inmensamente feliz con mi etiqueta; esa que me recuerda todos
los días que puedo ser mejor, que a pesar de todos los golpes la vida es bella
y que vale la pena vivirla con esperanza, amor y entusiasmo. Ahora no quiero perderme de disfrutar ni un
minuto de ella…
- Melina
Fundación Casas Ronald McDonald http://casaronald.org.pa/panama/sp/quehacemos.html
