Todos mis posts nacen de alguna conversación o de algún evento que me ha sucedido. Creo que es la mejor forma de tomarle el pulso a las cosas, si le pasa a una amiga, me puede pasar a mi y viceversa. La semana pasada, estuve conversando con el papá de un niño que está empezando su primer grado de escuela y me contaba como el creía que ya en su primera semana había aparecido en escena un bully. Obviamente no me lo creí tan grave hasta que me dijo que el nene regresó a casa sin su wallet y su dinerito.
"¿Qué?" No puedo creerlo en muchos niveles. Primero, ¿en primer grado?, ¿los bullys no deben por lo menos saber multiplicar?. Segundo, ¿bullying y robo?. Aún no sé el final de la historia pues no he vuelto a hablar con mis amigos, pero la bola echó a rodar en mi cerebro. Traté de recordar en mis tiempos escolares si yo había sido víctima de bullying, y creo que no realmente. Pero mi hermana sí, y recuerdo claramente llegar a darle un par de empujones y amenazas a niños 5 años menores que yo (la dicha de un hermano mayor). Luego, más fresco en mi memoria, cuando un pequeñín que no podía casi hablar, iba a golpear a mi hija porque ella estaba recolectando sus juguetes en la piscina para guardarlos y él consideraba que eran suyos. No puedo explicar la clase de emociones que sentí...quería rugir cual pantera negra...claro está, no lo hice. Y esto NO clasifica como bullying pero me sentí como si lo fuera.
¿Cómo llegamos a esto? Porque el bullying ya no es sólo escribir en las paredes del baño cosas feas sobre tus compañeros (cosa que en mis tiempos era normal), ahora abren blogs de odio hacia alguien, se burlan por Facebook, te golpean, te roban, te toman fotos...las formas son tantas.
Según el website gubernamental de Estados Unidos stopbullying.com, "El acoso escolar es un comportamiento no deseado y agresivo entre niños en edad escolar que implica un desequilibrio de poder real o percibido. El comportamiento se repite o tiende a repetirse con el tiempo. El acoso escolar incluye acciones como amenazar, difundir rumores, atacar a alguien físicamente o verbalmente y excluir a alguien de un grupo a propósito."
Mi mayor interés es saber qué hacer cuando empieza tan temprano como en preescolar. A esa edad es cuando se les enseña a los niños a defenderse, a respetar a los demás y también a no participar de las cosas malas que hacen otros. Tal vez si lo solucionamos a esas edades lo prevenimos antes de que lleguen a la edad donde pueden hacer daño permanente. Según la autora y ex-maestra de preescolar, Brenda Nixon, "antes de los 3 años, los niños no tienen la capacidad cognitiva de sentir empatía. Un niño puede lastimar a otro niño emocional o físicamente, pero en realidad no entiende lo que siente su amiguito. Así que, no podemos decir que el niño está siendo malo o cruel. Después de los 3, eso cambia: El cerebro tiene la capacidad de entender otro punto de vista, por lo que es la edad en que la agresión premeditada y deliberada podría comenzar."
La manera de descubrir el bullying a esas edades es la intención. Una cosa es una discusión clásica de esas de "esto es mío" que puede terminar en empujones sin intención de herir, y otra cosa es: "es mío y me lo llevaré y no te atrevas a tomarlo", eso ya es bullying porque tiene la intención de ejercer poder sobre la persona. Otra señal del bully es que usualmente lo hace fuera del rango de adultos para que no lo vean. Las señales que emiten las víctimas son casi siempre las mismas: no querer ir a la escuela o parque cuando siempre le ha encantado, no mirarte cuando se habla de la escuela, está más pegados a ti e inseguro, trae raspones o moretones que no puede explicar, ya no habla de sus amiguitos, conversa menos, usa palabras que antes no decía como torpe, bobo, tonto, etc.
Mi gran amiga y maestra, Maité Castrellón, me explica: si un papá descubre o sospecha que a su pequeño le están acosando o bullying, el primer paso es que los padres hablen con su hijo y escuchen su versión de las cosas. Cuando hablen, deben asegurarle que pueden hablar con confianza y sin temor con ellos de las cosas que le suceden. Deben también reforzar, que los maestros están para ayudar y cuidar y que ellos también son personas en quien confiar. Luego reunirse con los maestros para conversar sobre lo sucedido. La escuela por su parte abre una investigación y después de identificado, se trata el caso...tanto víctima y bully por igual.
Sea un tema de moda o no, el bullying existe y como dice Maité: "Siempre hay bullies. Lo importante es que los padres conversen con sus hijos regularmente y sientan su apoyo cuando hay temas difíciles. Que sientan que sus padres están para ayudarles no reprimirles y que si dicen la verdad, por fea que sea, se buscará una solución."
No importa el tamaño, edad o la escuela, están allí y a su vez ellos son víctimas a veces de situaciones en casa y se desquitan con sus compañeros. Como padres, nos toca criar niños con auto-estima para que no sean víctimas, con voz para denunciar y que no sean cómplices y con compasión para que no sean bullies.
