¡Me convertí en una estadística!


¡Hola mundo cibernético! Regreso aquí frente a la página en blanco de Blogger con sentimientos encontrados. Llevo semanas, literalmente, pensando en este post y llena de terror lo pospuse varias veces. Y fue así, como me terminé convirtiéndome en un número. Dicen las estadísticas que el 30% de los blogs creados han caído en estado de inactividad.

Este estado de inactividad ha tenido una razón poderosa de mantenerme lejos de mi página en blanco, la cual siempre me llena de alegría cuando veo letritas en ella. Primero, mi esposo tomó un mes completo de licencia de trabajo por quebrantos de salud. Tal vez, en algún momento leyeron que fue operado del corazón el año pasado. Lastimosamente, volvimos a encontrarnos en encrucijadas médicas. Una visita al salón de urgencias fue el tiro de gracia que desencadenó nuevamente un tema que, sabíamos que no estaba resuelto, pero que nos había dejado de atormentar por lo menos. Verán, el sufre de migrañas que cada vez han ido escalando al punto de imposibilitar su día a día.

Así que, por un período, no me sentía capaz de aportar nada a mi página blanca. No me creí capaz de transmitir nada positivo, y al final del día eso es lo que quiero... compartir algo que alguien pudiese sentir como propio pero en una luz positiva. 

Tenía el cerebro drenado, la voluntad rota y lo peor es que el día no perdona. Sigue todo andando igual: el trabajo, las responsabilidades, mi hija, mi familia y el mundo entero. Nadie iba a parar porque yo tenía la mente ocupada y triste en lo que le pasaba a mi esposo.

Y de repente un bombillo se prendió... ¡por suerte! Caí en cuenta que entre más me preocupaba, poco a poco dejé de ocuparme de mi misma. Y aunque suene egoísta, si tu estás mal, no puedes enfrentar las cosas. Si no duermes bien, comes bien y cuidas de ti, todo termina en una espiral hacia abajo.

Entonces decidí retomarme, me puse yo como tema. Empecé a hacer ejercicio (ooohh si, yo) y admito que me siento ultra libre esos 40 minutos de mi vida 3 veces a la semana. Me tomé en serio mis 8 vasos de agua diarios y mis ensaladas. Y ahora estoy aquí llenando de letritas mi página. Y aunque la vida sigue dando vueltas con sus tumbos como la de todos, mi energía ha cambiado y eso se refleja en todo lo que hago.

Así que mi punto positivo que les transmito es: no se descuiden, por mucho que esté pasando en sus vidas, nuestra fuerza proviene de nosotros, de adentro. Reconéctate contigo mismo, con tu Fé, con tu salud, con tu cuerpo, con tu trabajo y con tu vida. Verás como se aligera la carga. Si nosotros estamos bien podemos hacerle la batalla a lo que sea. Cuídate por ti y para cuando los demás te necesiten.

xoxo,