Esta semana por mera casualidad, dos amigas me conversaron sobre mordeduras en la escuelita. Uno fue perpetrador de la mordida y el otro la recibió. Eso me hizo recordar la primera y hasta ahora, unica mordida que recibió mi hija en su escuelita.
Recuerdo que la fui a buscar y todo aparentaba normal hasta que miré su bracito y reconocí la sutil marca de unos dientecillos. Al preguntar, hubo mucho silencio, luego con lágrimas me dijo que la mordieron. Morí por dentro... con amor y sin aparentar enojo alguno, pregunté lo acontecido y reconoció que no lloró ni que le aviso a su maestra. Le afirmé que no se muerde porque duele mucho como le dolió a ella y que esas cosas se le avisan a la maestra.
Mis amigas ambas consternadas por lo ocurrido, una porque le mordieron a su nene y la otra sorprendida que le reprimieran tanto a su hijo porque mordió con sólo 1 año y medio. Niños son niños y hay cosas que aunque nos duelan creo que se deben experimentar. Para esclarecer correctamente qué debemos hacer, me tomé la tarea de leer sobre el asunto y les doy unas breves palabras sobre el tema esperando que les ayuden.
Según el reconocido sitio de Internet, BabyCenter, escuchar que su hijo de 2 años de edad, ha mordido a otro niño - o sentir sus dientes hundiéndose en ti no es del todo inusual. La mayoría de los niños han mordido a alguien, al menos una vez, así como estado en el extremo receptor. Los niños pequeños muerden cuando simplemente no puede manejar una situación - cuando son vencidos por el miedo, la ira o la frustración. Un cambio importante, como un nuevo bebé en la familia o un nuevo hogar, también puede causar malestar emocional que se produce un comportamiento súbitamente agresivo. Y a veces cuenta como una expresión de amor fuera de lugar.
Recuerda: La cosa más importante es tener en cuenta que los niños no quieren atacar a otras personas - prefieren jugar, explorar y disfrutar de sus amigos.
¡AUXILIO MORDEDURA EN PROCESO! ¿QUÉ HAGO?
- Asegúrate de que los niños están a salvo. Separa a los niños y asegúrate de que están fuera de la distancia de morderse uno a otro. Mantén la calma, y no culpar o castigar. Aunque quieras aprovechar el momento para inculcarle a tu hijo la gravedad de sus acciones, el castigo severo en realidad puede hacer que los niños pequeños sean más propensos a llamar la atención con el comportamiento malo.
- Ayuda a ambos niños. Tanto el agresor y el niño que ha sido mordido necesitan tu ayuda. En primer lugar, proporciona atención médica junto con un montón de calidez y cariño. Pero no hay que olvidar al mordedor. El o ella puede actuar como si no le importa, después de todo, nadie parece alterado que un niño que acaba de herir a alguien. Pero usualmente sabe lo que hizo. Ser cálido y cuidar de el mordedor a su vez, le ayudará a sentirse lo suficientemente cómodo para expresar sus propias emociones, tanto sobre la picadura y sobre todo lo que fue frustrante o abrumador en el primer lugar.
- Anima los niños a venir a usted cuando están molestos. No siempre estaremos allí cuando sientan molestias emocionales - por ejemplo, en la guardería - pero ellos necesitan saber que pueden acudir a usted o a otro adulto. Afírmale que venir a ti o a un adulto cuando está teniendo un mal rato le ayudará a sentirse mejor.
- Hablen de lo que pasó. Una vez todo en calma, escoge un momento de silencio para conversar con tu hijo. Pregunta: "¿Cómo puedes decirle a alguien que estás enojado sin hacerle daño?" y "¿Cómo se puede pedir ayuda a un adulto cuando no te gusta cómo otros niños están tratando?" Juega con el haciendo los roles de niño molesto y niño que te hace enojar y así puedes darle con ejemplos alternativas de como actuar.
Para muchos niños una vez tratada la situación, no vuelve a repetirse. Si crees que aún persiste la situación, convérsalo en tu escuela y con tu pediatra para encontrar soluciones.
Buena suerte!!!!
referencia: www.babycenter.com
